Desde que comenzamos a realizar el relevamiento de precios en julio de 2016, nuestro Observatorio de Precios ha notado que las diferencias entre los precios minoristas del Mercado Central y los que podemos encontrar en los principales supermercados, se han sostenido a lo largo de estos casi dos años en torno de un 200 %.
Mes a mes, hemos destacado variaciones y aquellos incrementos que podrían considerarse estacionales, pero que lejos de eso, sostienen esas diferencias absurdas a los largo de todo el periodo.
Productos que se venden a granel, sin distinciones de marcas que puedan justificar en modo alguno esta distorsión, duplican, triplican e incluso como en el caso de la acelga, quintuplican los precios por los que el consumidor puede comprarlos en la feria minorista del Mercado Central, ubicado a menos de 20 kilómetros del Obelisco.
Desde nuestro lugar, venimos intentando llamar la atención de las autoridades para que tomen medidas para reducir la brecha, no sólo con nuestros informes periódicos, sino que incluso hemos acercado una propuesta concreta de llevar mercados concentradores a los municipios, para ayudar a los consumidores y comerciantes. Pero luego de un comienzo que parecía auspicioso, esta medida fue olvidada y seguramente este juntando polvo en algún cajón, pero lo que es peor es que nada se ha hecho para terminar con esta brecha que duele en los bolsillos de los que menos tienen.
Todo lo contrario, la brecha a tendido a ampliarse.
Estos son los resultados de abril.
Con los últimos acontecimientos ocurridos alrededor del dólar en los primeros días de mayo, nada hace pensar que nuestro próximo informe mostrará alguna mejoría para los menos favorecidos.
Pero hay que esperar. Si hay algo que se puede decir de la Argentina es que es un país sorprendente.