Mientras avanza la pandemia, la temperatura sigue subiendo, los glaciares derritiéndose y los desastres naturales acechando, por esto no se puede detener la lucha contra el cambio climático, que compromete el futuro de la humanidad. El cambio climático se ha acelerado en la última década y la temperatura seguirá subiendo en los próximos años, según alerta la Organización Metereologica Mundial. Las disminuciones en las emisiones contaminantes que estan ocurriendo en esta pandemia global son transitorias, si no actuamos responsablemente serán seguidas por un repunte durante la fase expansiva de la producción de bienes. Debemos cambiar esta tendencia, porque significara mayores pérdidas económicas y de vidas en los próximos decenios, Para fines de 2020, las emisiones globales de carbono deben disminuir un 7,6% y continuar disminuyendo en esa misma proporción cada año durante la próxima década para que se logre mantener el calentamiento global por debajo de 1,5˚C a fines de este siglo.
Esta pandemia COVID-19 y el cambio climático son amenazas globales que exigen soluciones globales basadas en acuerdos entre las naciones, pero la experiencia señala que no siempre estos acuerdos globales implican una acción eficaz. Un ejemplo de esto fue el Protocolo de Kioto de fines del siglo pasado que no pudo ser eficazmente implementado, recordando que Estados Unidos que en esos años era el principal emisor mundial de CO2 nunca lo ratifico. Los acuerdos internacionales gestionados en el ámbito de las Naciones Unidas se han venido caracterizando hasta ahora por su escasa capacidad de concretar medidas que sean efectivas para abatir las emisiones.
China es hoy el primer contaminador, ya que sus emisiones representan el 28 por ciento de las emisiones globales, mientras Estados Unidos (el segundo contaminador) ahora representa el 15 por ciento, pero cada norteamericanos emite el doble que un chino, lo cual dificulta las negociaciones. Cuando Deng inicio las reformas en los ochenta, las emisiones de los Estados Unidos eran mas del triple que las chinas, que en esos años recién comenzaba a transitar por el sendero del desarrollo económico. Desde esos años China inicio el mas acelerado proceso de crecimiento económico de los ultimos siglos., y logro abatir la pobreza de su gente. Pero el cuidado ambiental no jugo un papel relevante en este proceso de desarrollo económico en China, fue por esta razón que mientras las emisiones de los Estados Unidos apenas aumentaron un 4 por ciento desde 1980, las de China se multiplicaron 7 veces. No habrá un futuro con reducción de las emisiones sino no hay apoyo de estas dos naciones en la arena internacional.
Los recursos destinados a la recuperación del Covid-19, deben servir para crear nuevos empleos y actividades productivas que apunten a una transición limpia y ecológica, esto exige que las nuevas inversiones deben acelerar la descarbonización energética, y no deben apuntar a estimular industrias contaminantes e intensivas en CO2, por eso los nuevos recursos deben invertirse en proyectos que ayuden al medio ambiente y al clima. Deben finalizar los subsidios a los combustibles fósiles, la emisión de carbono debe tener un precio y los contaminadores deben pagar por su contaminación-.
El Secretario General de Naciones Unidas reconoció que la clave para combatir la crisis climática reside en los dos grandes emisores de gases contaminantes, es decir China y Estados Unidos., mas todo el G-20 que representa más del 80% de las emisiones mundiales, expresando que sin la contribución de los grandes emisores nuestros esfuerzos estarán condenados al fracaso. La Tierra debe ser cuidada por todos. y no nos queda mucho tiempo para esto. Por esta razón aseguremos que en la próxima reunión climática de todos los países convocados por las Naciones Unidas no se repitan las indefiniciones y discursos irrelevantes como ha ocurrido veniendo ocurriendo desde hace mas de 25 años, llego la hora que se acuerden compromisos efectivos y exigibles.