Por Ricardo Inti Alpert
Los bancos, llenos de dinero en depósitos a Plazos Fijos de corta duración, no encuentran a quién prestárselo a tasas reales que satisfagan a depositantes y tomadores; por lo que lo depositan a su vez en el BCRA, que premia con cerca de un 40% anual aproximado a esos depósitos, formando una suerte de Tumor Monetario creciente que entre Pases y Leliq supera los 2,6 Billones de Pesos.
Durante Septiembre, esas cifras generaron en concepto de intereses, más de 2.000 millones de Pesos al día, que el BCRA paga con las únicas herramientas que tiene, emisión, o ganancias relativas en moneda local, por devaluación.
A los efectos de que no explote la “Bomba de Dinero”, funciona el Motor Devaluatorio permanente, que cada tantos meses corrige el tipo de cambio, sincera la relación entre los pesos demandados y los dólares ofrecidos, y convierte la tensión devaluatoria en inflación. Con una situación de estancamiento productivo que profundiza el problema y genera expectativas de crisis profundas desincentivando la economía en general.
¿Qué puede hacerse?
Ofrecer desde el Banco Central a los demás bancos, un “Seguro de Liquidez” para que puedan prestar en grandes cantidades a Fideicomisos de Urbanización, Vivienda y Dotación de Infraestructura para la prestación de Servicios Tarifados. Sería debido a que la Industria del Territorio es la única con capacidad de captar la enorme cantidad de Pesos sin demanda, migrarlos a la inversión y transferir las deudas del pasivo del BCRA -las que paga emitiendo- a las de los particulares que para pagar esos Pesos deben demandarlos.
El potencial de creación de actividad económica y de recursos fiscales genuinos emergentes de ese mecanismo, permitiría que el Estado salga de la lógica del déficit o el endeudamiento para sostener e incrementar el nivel de actividad. Pudiendo así retirar Pesos del Mercado mediante la AFIP y retirando el excedente de emisión con el mismo modelo con el que se reconstruyó la Europa de la Posguerra.