Como si no fuera suficiente con las noticias publicadas en el Indec por estos días, que indican que el 50 % de los argentinos económicamente activos gana menos de $8.000 –una suma apenas por encima del salario mínimo vigente en ese momento fijado en $7560- nuestra encuesta de precios muestra un aumento de casi el 8 % en la diferencia entre los precios promedio de tres de las principales cadenas de supermercados y los precios minoristas del Mercado Central, con una brecha del 199,6 entre ambos. Lo que en lenguaje popular suele definirse como “sobre llovido, mojado”.
Es evidente que las huestes oficialistas han decidido ignorar el creciente malhumor de las cada vez más amplias capas de la población, que ven agotarse el salario cada vez más lejos de la orilla salvadora del fin de mes.
Es probable que las consecuencias de esa desatención se puedan medir pronto, a la luz de los resultados electorales que, sin dudas, serán un espejo fiel de la situación.