Claudio Molina, Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, escribió para el MPA esta nota.
Esta industria se ha desarrollado en los últimos diez años, y cuenta con una capacidad instalada de 4,5 millones de toneladas anuales.
Las empresas que habitualmente exportan biodiesel, son las siguientes -cuya capacidad anual de producción en toneladas se expone en cada caso y están integradas a fábricas de aceites-:
- Vicentín, Oleaginosa Moreno y Molinos Agro, que poseen en conjunto la planta de Renova, de 480.000 tns. y adicionalmente contratan un fazón en la firma Patagonia Bioenergía, sobre la segunda planta que tiene esta empresa, con capacidad de 250.000 tns.; Molinos Agro cuenta también con una planta propia de 120.000 tns. y Vicentín con otra de 120.000 tns., que en ambos casos están paradas.
- Aceitera General Deheza y Bunge, que tienen en conjunto la planta de Terminal 6, con 480.000 tns. anuales de capacidad;
- Dreyfus, con planta de 610.000 tns.;
- Cargill, con planta de 250.000 tns.;
- COFCO, ex Noble, con planta de 250.000 tns.
En total, todas las plantas exportadoras –incluyendo la que opera a fazón de Patagonia Bioenergía-, suman una capacidad instalada de 2.320.000 tns. –considerando solo las que operan- o sea, el 52 % de la capacidad de producción total.
El resto está constituido por poco más de treinta empresas, que operan para el mercado local, en general no están integradas a fábricas de aceite –salvo VILUCO en Frías, Santiago del Estero y ENRESA en Catriló, La Pampa-, de las cuales las más grandes son la primer planta de Patagonia Bioenergía -250.000 tns-, Unitec Bio -240.000 tns.-, Viluco -200.000 tns-, Explora -120.000 tns.-, El Albardon -100.000 tns.-, Diaser -96.000 tns-, y luego una gran cantidad de plantas de 50.000 tns., consideradas medianas, más un pequeño puñado de plantas más chicas. Todas estas suman 2.064.000 tns.
La producción, ventas y exportaciones en toneladas, durante el año 2016 ha sido la siguiente:
- Producción: 2.680.000
- Exportaciones: 1.667.000
- Ventas al mercado local: 1.000.000
Las exportaciones fueron dirigidas casi en su totalidad al mercado norteamericano. El biodiesel es el principal producto que se exporta a dicho país.
La Unión Europea era el principal mercado de exportación de biodiesel, hasta que en 2013 aplicaron allá una sanción a nuestro producto y el de Indonesia, por anti-dumping. A la Unión Europea se llegó a enviar más de 1,5 millones de toneladas de biodiesel, o sea, una cantidad similar a la que se venía exportando a EEUU.
La OMC sentenció a la UE en primera y segunda instancia, en un panel abierto a pedido de Argentina, a reducir significativamente los aranceles antidumping que aplicó, que iban desde 217 a 245 Euros por tonelada, aproximadamente un 24 % del precio de aquel momento, debido a que en la respectiva investigación se violaron las normas de determinación de costos, sobrevaluándolos y determinando de manera artificial la existencia de dumping. La UE tenía plazo hasta el 10 de agosto para que sus países miembros voten una propuesta de aranceles reformulados, con una importantísima baja –sumando al 6,5 % normal, un arancel adicional recalculado-. La propuesta que envió a sus países miembros se ubica en un rango de un 4 a un 8 %, según la empresa que exporte, dado que las determinaciones realizadas por la investigación llevada a cabo, fueron particulares por empresa exportadora. Luego de esa postergación, la CE otorgó plazo a sus países miembros para que la voten hasta el 7 de setiembre próximo, estableciendo luego un plazo de presentación oficial de la propuesta hacia fines de este mes. Por lo tanto, el mercado europeo podría abrirse a las exportaciones argentinas, hacia octubre o noviembre próximo, aunque no habría que descartar una nueva postergación, ante la presión proteccionista que ejerce su industria.
Por otra parte, la industria argentina presentó una causa en el Tribunal Superior de Justicia con sede en Luxemburgo, por la misma causa y ya obtuvo sentencia favorable. A diferencia de la OMC, esta Corte sentenció que Europa debe eliminar los aranceles antidumping, no reducirlos. Cuando termine la apelación, saldrá la sentencia en segunda instancia y si es favorable nuevamente a Argentina, los aranceles que Europa fije en setiembre de 2017, antes comentados, deberán ser eliminados, mejorando la competitividad de nuestro producto. Aunque claro está, podrían aparecer nuevas medidas proteccionistas.
Respecto de la sanción provisoria aplicada por el Departamento de Comercio de EEUU al biodiesel argentino y de Indonesia, presenta las siguientes características:
- Se aplicó como sanción el denominado Countervailing Duty –CVD-, que es un derecho antisubsidio.
- En el caso argentino, se aplicaron aranceles que van del 50 al 64 %, con un promedio del 57 % sobre el precio CIF –que se suman al 4,5 % normal hoy vigente-, a partir de la publicación en el Boletín Oficial de dicha medida.
- La medida podría ser retroactiva al 1 de mayo de 2017, con lo que afectaría a embarques que ya ingresaron a EEUU. Pero podría también aplicarse a partir de la referida publicación oficial. Resta definir.
- Se trata de aranceles provisorios, mientras sigue la investigación. En noviembre o diciembre próximo, se aplicaría la medida definitiva. Las chances de evitar esta medida son muy pocas.
- El nivel de aranceles aplicados es arbitrario, no encuentra sentido en cálculos técnicos, es más bien una medida política de corte proteccionista para la industria local. Es tan exagerada la sanción que hay que considerar que la National Biodiesel Board, que la solicitó al Gobierno de EEUU, había pedido un 23,3 %, o sea, menos de la mitad de lo que finalmente se aplicó.
- Argentina recién podrá solicitar la apertura de un panel ante la Organización Mundial de Comercio –OMC-, cuando la medida sea definitiva –o sea, hacia fin de año-. Mientras tanto, cuenta con un plazo de siete días –que se está cumpliendo a la fecha de cierre de la presente nota- para que en el marco de la figura denominada “Suspension Agreement” realice una propuesta que reduzca dichos aranceles provisorios, aunque a la luz de lo ocurrido hasta ahora, la misma no parece viable, dado que para poder seguir exportando, la sanción no debería ser de más de un 10 %, de manera de tributar 14,5 % sumando el arancel normal hoy vigente. La industria perjudicada –en este caso la de EEUU, peticionante ante el Departamento de Comercio de EEUU de la investigación que nos trata-, tiene facultad de aceptar o rechazar dicha propuesta y esto resulta determinante en estas circunstancias. Es muy improbable que esta reconsideración llegue a buen término. Entre las alternativas que se presentan está la de lograr un cupo de exportación en toneladas, libre de aranceles a ese destino, pero la probabilidad de lograrse algo así es muy baja.
Con independencia de esta sanción, se presenta otro problema no menos importante en EE.UU., el que está representado por la posibilidad que el crédito fiscal de US$ 1 por galón – o US$ 300 por tonelada- que gozaba la mezcla de biodiesel con gasoil mineral, por tonelada de biodiesel incorporado a esa mezcla, hasta el 31/12/16 y que en el Congreso de la Nación se discute renovar, se transforme en un crédito al productor -producer’s credit- en lugar del que existía hasta esa fecha -blender’s credit-. Este crédito se otorgaba a las compañías norteamericanas que hacen la mezcla entre gasoil y biodiesel, de manera que este agente podía elegir, siendo beneficiario de tan importante crédito fiscal imputable contra el impuesto a los combustibles que tributan por sus ventas en el mercado interno, entre comprar al productor norteamericano o importarlo. Si el crédito se lo otorgan al productor de biodiesel, sería imposible seguir exportando biodiesel, ya que la operación se tornaría inviable en términos económicos. O sea, el cierre del mercado de EEUU para el biodiesel argentino puede venir por la sanción antisubsidio aplicada recientemente -que hacia noviembre o diciembre próximo se convertiría o no en definitiva, momento a partir del cual Argentina podrá solicitar la apertura de un panel ante la OMC, si EEUU finalmente aplica una sanción- o por una sanción antidumping -que está en estudio- o como consecuencia del eventual otorgamiento vía legal, del crédito fiscal de US$ 1 por galón antes referido, al productor de biodiesel norteamericano.
El mercado interno de biodiesel no está en condiciones de absorber las 1,5 millones de tons. de biodiesel que se envían a EEUU y la apertura del mercado europeo, está demorada hasta el último bimestre del presente año, como mínimo. La resistencia de las compañías petroleras y automotrices a dar su consentimiento para que aumente el corte en el mercado interno más allá del 10 %, son muy fuertes. El Gobierno Nacional viene muy demorado también con la implementación de un mayor uso de biodiesel por vía de programas específicos en flotas cautivas y en el agro, que aun implementándose, no generarían una demanda muy importante a corto plazo.
A cortísimo plazo, el panorama está complicado y se exportará más aceite crudo de soja, hecho que deprime su precio con relación al de referencia en Chicago y por ende, afecta negativamente los ingresos de la cadena de valor de la soja aguas arriba. Recordemos que el año pasado se exportó biodiesel a EEUU por una cifra cercana a US$ 1200 millones.
Luego del anuncio de la sanción provisoria al biodiesel de Argentina y de Indonesia por parte del Departamento de Comercio de EEUU, rápidamente aumentó el precio del aceite crudo de soja en EEUU, ante las perspectivas de mayor demanda local para biodiesel y por ende, la necesidad de moler más, quitándole a EEUU excedentes exportables de poroto de soja. Fue así que China detectó que se encarecerá el precio relativo del poroto frente al aceite y harina a corto plazo, y luego de bastante tiempo, su empresa estatal Sinograins decidió abrir la compra a Argentina, dado que seguramente le convendrá adquirir ahora, cuando las expectativas de precios del aceite y harina de nuestro origen, son bajistas, al tiempo que presionará también para comprar más poroto de soja, para sustituir lo que dejará de venderle EEUU.
A mediano plazo, dado que la demanda global de biodiesel no se ve afectada por esta sanción de EEUU, habrá nuevas correcciones y se debe llegar un nuevo nivel de equilibrio entre producción, ventas y exportaciones de productos del complejo soja. La incógnita viene también por el lado del aceite de palma, ya que también su principal productor, Indonesia, recibió también una sanción por parte de EEUU, a su biodiesel. La producción de fruto de palma no se regula de un año para otro y si ese aceite no encuentra nueva demanda, presionará a la baja al resto de aceites con el que compite -soja, girasol, colza, algodón-.
Claro está, todo este análisis es manteniendo el resto de variables sin cambio, dado que por ejemplo, surge un caso de Vaca Loca en algún mercado importante, y se dispara inmediatamente el precio de la harina de soja. O aumenta el corte con biodiesel en Argentina o en otro mercado importante y por ese efecto, se producen inmediatos cambios, significativos por cierto.