APOSTANDO AL CRECIMIENTO.

Por Graciela Russo

El país está atravesando un momento muy complicado en lo económico, por eso hoy más que nunca se debería afrontar la obligación y el compromiso frente a la gente de apuntalar los emprendimientos regionales como grandes impulsores para la reactivación de nuestra economía. No es la primera vez que abordamos el tema, pero se nos hace tan importante que nunca está de más la reiteración.

Desde Tierra del Fuego hasta la Puna y el Norte del Litoral, el siglo XXI le propone a la Argentina cientos de nuevos negocios no tradicionales.

Al igual que Tesla en los Estados Unidos, en la Argentina ya son varias las empresas que se lanzaron a construir autos eléctricos. Es que negar que estos vehículos son el futuro, es pretender negar la realidad. Cada vez son más las marcas que invierten en este tipo de tecnología, desarrollando métodos que abaraten sus costos.

Hoy vamos a hablar de tres desarrollos que se están llevando adelante en San Luis, Córdoba y Buenos Aires.

Radicada en la provincia puntana, Coradir, una empresa que lleva décadas desarrollándose en el mercado de la informática y electrónica, ahora lanzó al mercado a “Tito”, un vehículo “verde” que funciona con un propulsor eléctrico y gasta un 90% menos que uno a nafta.

El vehículo usa baterías de litio -lo que hace que no genere emisiones de dióxido de carbono-, está preparado para directamente ser enchufado a un conector domiciliario de 220V, sale al mercado con un valor aproximado a los 15 mil dólares y lo más importante es la generación de nuevas fuentes de trabajo: unos 40 puestos al comienzo.

Algo parecido pasa con Volt Motors, una empresa de capitales argentinos radicada en la provincia de Córdoba, que actualmente ya cuenta con tres modelos,  el z1, el e1 y el w1.

En este caso no sólo fueron pensados para el transporte particular, sino también para el uso utilitario. Al igual que el construido en San Luis, lleva una batería de litio que puede cargarse completamente en 6 horas enchufada a 220V.  

Con una inversión total de US$ 100 millones, durante la etapa de maduración del mercado, es decir, en los próximos 5 años, cada célula podrá fabricar unas 3000 unidades por año y emplear hasta 400 personas en forma directa e indirecta.

El tercer emprendimiento se desarrolla en el parque industrial Pitam, ubicado en  la localidad bonaerense de Morón, provincia de Buenos Aires. Estamos hablando del Sero Electric, un auto eléctrico homologado bajo las categorías L6 y L7, tiene capacidad para sólo dos pasajeros y carrocerías Sedán, Camioneta Alta y Camioneta Baja.

Al igual que Tito o Volt Motors, Sero Electric puede equiparse con baterías de plomo (hasta 50 kilómetros de autonomía) o de litio (hasta 100 kilómetros). El tiempo de recarga total de baterías es de hasta seis horas, en un tomacorriente convencional.

Para las primeras 150 unidades que salieron homologadas al mercado en 2019 se utilizó la mano de obra de 12 personas.

Lo más importante de estos tres desarrollos realizados íntegramente en la Argentina, es la utilización de la obra especializada y de manera regular. Es que formalizar la economía informal es el primero de los pasos que se debe dar si realmente queremos sanear el crecimiento del país.

Venimos diciendo que las baterías para los tres emprendimientos se realizan con litio, por eso y sin alejarnos del tema, no debemos olvidar que en Jujuy encontramos lo que muchos especialistas consideran como el “oro del siglo XXI”, estamos hablando precisamente del litio.

Sin contar con las explotaciones ya existentes, poco tiempo atrás directivos de la empresa china Ganfeng Lithium y funcionarios del Gobierno nacional y de Jujuy firmaron una carta de intención para la instalación de una fábrica de baterías de litio en la provincia norteña. La inversión se da en un contexto favorable dado el auge que tiene el mineral como insumo básico de baterías indispensables en la industria electrónica y automotriz que es cada vez más demandado.

La epidemia no puede ser una franquicia para no apostar al crecimiento del país. Y como dijimos al comienzo de la nota, la Argentina tiene a lo largo y ancho de su territorio cientos de negocios no tradicionales esperando para ser explotados. Sólo debemos tomar la decisión.